La judoca guanajuatense Prisca Awiti consiguió la medalla de plata para México en judo, tras caer con la eslovena Andreja Leski en la Final de -63 kilogramos.
No fue de oro, pero como si supiera a tal porque la convierte en la mejor judoca mexicana de todos los tiempos y en la primera exponente de su deporte que sube a un podio olímpico.
Prisca se agenció esta tarde la medalla de plata en los menos de 63 kilos traes caer por Ippon* en la Final de París 2024 ante la eslovena Andreja Leski, doble medallista mundial.
La local Clarisse Agbegnenou le dejó calientita la Arena Champs le Mars a Prisca Awitti tras ganar el bronce para que el judo latino fuera el protagonista en la última pelea de la jornada.
La mexicana que lloraba al superar cada fase de los menos de 63 kilos de París 2023 ya había hecho historia por ser la primera de su deporte en llegar a una Final de Juegos Olimpicos, los de París 2024.
Los "allez" y "Clarisse" cesaron para dar paso a los "¡México Mexico!" y a los efusivos gritos de la presidenta del COM, Marijose Alcalá, que se escuchaban por todo el recinto impulsando a la que hoy es la mejor judoca tricolor de todos los tiempos.
Pero esas lágrimas de la deportista mexicana también pudieron ser porque su mamá no estaba en las gradas; sólo tuvo boletos para la sesión matutina y por ello apenas alcanzó a ver su pase a Semifinales.
Sin embargo, compitió estoica, centrada y con la mentalidad y estrategia que había acordado con su entrenador, Jorge Luis Atencio, como reveló el técnico después.
Por eso, tras ser mencionada como subcampeona olímpica, luego de caer por Ippon ante la eslovaca Andreja Leski, Prisca fue rápidamente con dos de sus hermanos que sí tuvieron boleto por gestiones del Comité Olímpico Mexicano y que originalmente eran para doña Lola, quien afuera atendía a medios entre emocionada y abrumada y bajo una temperatura superior a los 30 grados.
Con ellos, Prisca Guadalupe se fundió en un largo abrazo grupal que propició carreras de la televisora oficial de los Juegos y de voluntarios y elementos de seguridad.
No quería despegarse de ellos pero el protocolo la obligó para desalojar el escenario porque fue la última pelea del día, y por supuesto prepararse para la premiación y el control antidopaje.
Finalmente sí pudo festejar con su progenitora gracias a la intervención de Alcalá, quien en la competencia pareció haberla suplido, al menos por los gritos e indicaciones que le dio.
*El Ippon se otorga cuando uno de los dos competidores realiza una técnica con control, velocidad y fuerza o, en una gran parte de los casos, se mantiene una inmovilización mínima de 10 segundos y que puede llegar hasta 20
(Con información de REFORMA)