En su debut olímpico, en Tokio 2020, su mamá no pudo acompañarla por culpa del Covid-19.

El martes, en su ingreso al Olimpo como medallista de plata en París 2024 tampoco la vio competir porque los boletos que tenía la señora prefirió dárselos a dos de sus hijos.

Por eso, de alguna manera Prisca Awiti no tuvo en el lugar de competencia a su madre en dos de las etapas más importantes de su carrera como judoca.

La hoy subcampeona de justas veraniegas sabía que su mamá no estaría al interior de la Arena Champ de Mars porque sólo había conseguido entradas para la sesión matutina y quizá por eso saltaba al tatami con entrega y determinación.

Pero Doña Lola Alcaraz estaba "viendo y sintiendo" todo a través de los hermanos de la judoca y eso le ayudaba con la ansiedad combinada con abrumo, porque los medios se enteraron de su situación y era bombardeada con preguntas.

"Prisca es muy independiente y nosotros somos una familia muy unida pero cada quien hace su vida. Ya la felicité y ya me voy porque mis hijos ya están cansados", se disculpó la señora, quien vio la competencia desde un restaurante cercano, junto al novio de Prisca, otros miembros de la familia y hasta los meseros en el lugar.

En la arena, Prisca estuvo arropada por su equipo multidisciplinario y el público que abarrotó las gradas así como de la titular del COM, Marijose Alcalá, quien por los gritos de aliento e indicaciones que le daba bien pudo fungir como una mamá postiza.

"Soy amiga de Prisca y quiero y respeto mucho a su mami y todos sabemos nuestro lugar aquí y lo que representamos y mi obligación es tratar de estar con todos los atletas", expuso Alcalá.

(Con información de REFORMA)